Medicina Nóbel

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domingo, 9 de agosto de 2015

"Apnea obstructiva del sueño"


En el II Simposio Internacional presentado por el ICBA de Fribilación Auricular fue tratado sus causas colaterales de riesgo que produce cuándo el paciente se encuentra fibrilado puede ocasionar disturbios extras a la homeostasis cardiovascular en la presencia del síndrome coronario agudo (SCA).
El sueño permite un tiempo de descanso que necesita el cuerpo en su totalidad, incluso para el corazón, que trabaja día y noche y que disminuye su funcionamiento durante la noche. Por ello una función inadecuada del corazón puede causar distintas enfermedades cardíacas, al privar de un descanso al cuerpo del sueño, como así desórdenes respiratorios que han demostrado jugar un papel primordial en diferentes tipos de otras enfermedades cardiovasculares.
La Hipertensión como principal causa ha demostrado en varios estudios una relación estrecha con el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS). No solamente la hipertensión sugiere que el SAOS es un directo predecesor para su desarrollo en repetidas interrupciones de la respiración durante el sueño, causado por una estrechez en el pasaje del aire por la vía aérea superior, inclusive hasta el colapso; cuándo ésto sucede la respiración puede parar (apnea) y el oxigeno sanguíneo decae, usualmente por lapsos de 10 a 20 segundos, ésto hace que la persona presente un pequeño despertar (microdespertar) usualmente no recordado y ello permite que nuevamente la respiración se reinicie, hasta que la persona nuevamente cae dormida, y éstos episodios pueden repetirse hasta 100 veces por noche. 
La caída en oxigeno al no respirar y el incremento de la frecuencia cardíaca y presión arterial al despertar de la mañana siguiente, genera estrés sobre el funcionamiento cardíaco, éstos incrementos nocturnos de la presión sanguínea se vuelven crónicos y pueden empezar a presentarse durante el día. 
Es importante tratar la hipertensión y sus factores de riesgo y es importante reconocer que el SAOS es uno de los agentes causantes.
Además, la medicación antihipertensiva no va a trabajar sobre el SAOS si está fuera la causa.
Existen dos diferentes tipos de sueño: el de movimientos rápidos de ojos (REM en sus siglas en inglés), y el no REM, cuándo uno se duerme empieza la etapa No REM y pasa el 80% de la noche en éste tipo de sueño. Durante ésta etapa la frecuencia cardíaca respiratoria y la presión arterial caen a niveles por debajo de lo que ocurre durante el día. 
Durante el sueño REM (20% del tiempo en que se permanece dormido) tanto la presión
arterial como la frecuencia cardíaca fluctúan. Cada vez que uno se despierta, por más corto que sea el 
período, la frecuencia cardiaca y la presión arterial aumentan y el corazón trabaja fuerte, y cuándo uno se despierta por las mañanas ésto sucede como un mecanismo normal y se mantiene así durante todo el día.
Existe una relación directa entre el sueño, trastornos del sueño y enfermedad cardiaca. Los investigadores han identificado un incremento en el riesgo de muerte por causa cardíaca en las primeras horas después de despertarse, quizá debido al incremento en la demanda de trabajo que ocurre fisiológicamente al despertarse.

Varios estudios encuentran una relación directa entre los desórdenes del sueño y un incremento en la presión arterial y riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y trastornos respiratorios del sueño deberían tratarse para disminuir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Las personas que sufren de SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño) suelen presentar frecuencias altas de enfermedad coronaria. Ésto ocurre porque el SAOS incrementa la presión arterial como el agente causante de la enfermedad coronaria; por otro lado, los eventos que ocurren durante el SAOS generan demasiado estrés en el funcionamiento cardíaco lo cuál puede empeorar una y otra enfermedad preexistente. 
En personas con enfermedad cardíaca coronaria el flujo de sangre que lleva oxígeno al corazón es limitado, y si éstas personas sufren de SAOS, la disminución de oxígeno arterial y los incrementos de presión arterial aumentan el trabajo del músculo cardíaco, en consecuencia el corazón no se oxigena bien y muestra zonas de daño celular (isquemia), incrementando el riesgo incluso de muerte por falla cardíaca. 
La enfermedad "cardíaca congestiva" ocurre cuándo el corazón está dañado resultándole imposible bombear la sangre de manera efectiva y sumando los desórdenes respiratorios del sueño que también pueden contribuir a ello. 
Diversos estudios han demostrado que el SAOS es un factor de riesgo significativo para el
desarrollo de falla cardíaca congestiva, y las personas que sufren de falla cardíaca por otras condiciones, como eventos coronarios o hipertensión primaria, empeoran si
desarrollan el SAOS. 
Al músculo cardíaco en caso, incluso en estado de reposo, le resulta imposible llevar a cabo cargas adicionales de estrés causadas por la fisiología del SAOS y mejorando éstas, puede mejorar ésa condición.
Esto resulta importante si reconocemos que alrededor del 40% de las personas con enfermedad cardíaca congestiva tienen además un desórden respiratorio del sueño, conocido como "apnea central del sueño" (ACS). En éste cuadro hay repetidos episodios de interrupción de la respiración durante el sueño, al igual que el SAOS, pero en éste caso, la vía aérea superior puede permanecer abierta y no presentar esfuerzos respiratorios, sin embargo ocurren igualmente frecuentes episodios de despertares y bajas de niveles de oxigeno en la sangre.
Los despertares incrementan el riesgo cardíaco y la presión arterial, que pueden empeorar la
falla cardíaca; en torno a ello se genera más riesgo de ACS generando un círculo vicioso que
afecta severamente la función cardiaca. 
La primera forma de manejar la ACS es tratar la falla cardíaca en lo posible, si persiste la ACS se debe buscar otros manejos convenientes, para conseguir que mejore la falla cardíaca en sí.
En un  accidente cerebrovascular (ACV) el cerebro sufre daños por la baja de flujo sanguíneo y oxígeno en una zona determinada, siendo la hipertensión la causa más común de éstos eventos y el SAOS es un factor causante de hipertensión arterial, además de que el SAOS es un factor de riesgo independiente, pudiendo producir disminución de oxígeno durante las apneas que afectarían la irrigación cerebral. Así en estudios recientes muestran que la vibración generada por los ronquidos podría lesionar las arterias carótidas (arterias del cuello que llevan sangre al cerebro) y éstas lesiones llevar a eventos cerebrovasculares.
Por otro lado los patrones anormales de respiración durante el sueño son más comunes en el
SAOS luego de tener sufrido la persona un accidente cerebrovascular. 
Los efectos deletéreos del SAOS durante el día siguiente impiden del mismo modo una recuperación adecuada de aquellas personas que han sufrido un accidente cerebrovascular. 
Pacientes con enfermedad "cardíaca congestiva" reportan dificultad para poder dormir debido a la falta de aire que acompaña a la congestión causada por el mal funcionamiento cardíaco. Ésta dificultad es mayor si la persona se acuesta totalmente sobre el dorso, porque existe sobrecarga sanguínea y resulta dificultoso que el bombeo cardíaco de un corazón insuficiente devuelva la sangre a las cavidades cardíacas para su nuevo bombeo; por ende, se produce una desoxigenación que influye sobre todo en la generación de apneas centrales. 
Éstos mecanismos se reconocen como ortopnea y disnea paroxística nocturna y las personas se sienten como si tuvieran insomnio y la preocupación sobre la misma enfermedad cardíaca en la persona produce estrés y ansiedad, lo cuál empeora los disturbios del sueño.
Por lo tanto el lema es; buen sueño, corazón sano y para mantener un corazón saludable, hay cosas que se pueden hacer como comer dietas nutricionales correctas, mantener un buen peso corporal, realizar ejercicios regulares, realizarse chequeos médicos periódicos y tener un buen sueño profundo. 
Si una persona sufre cualquier condición médica cardíaca, es importante reconocer signos que le pueden denotar un disturbio respiratorio del sueño, como el SAOS, que puede estresar la función cardíaca y  presentar ronquidos fuertes durante la noche, jadeos, y episodios de no poder respirar durante la noche, así como somnolencia excesiva durante el día, falta de concentración e
irritabilidad, es recomendable acudir al médico para indagar por la presencia de SAOS o ACS; para realizar un estudio del sueño y constatar los trastornos del sueño, una vez diagnosticados ser tratados y mejorar las condiciones del corazón para una mejor calidad de vida.
El siguiente cuestionario de test del sueño es un instrumento útil para la auto observación de comportamientos anormales durante el sueño. A continuación exponemos un cuestionario útil para observar la existencia y/o gravedad de la Apnea del Sueño mediante una serie de preguntas que el paciente debe valorar.

CUESTIONARIO DE BERLIN

El cuestionario de Berlin categoriza a pacientes en Alto o Bajo riesgo de tener apnea del sueño.

Peso (Kg)
Talla (Mt)

1. ¿Su peso ha variado?
Sí, ha aumentado  Sí, ha disminuido  No, ha variado

2. ¿Usted ronca?
Sí  No  No lo sé

3. ¿Cuán intenso es el ronquido?
Es tanto como la respiración  Tanto como el volumen al hablar  Mayor que el volumen al hablar  Es Muy fuerte

4. ¿Con qué frecuencia ronca?
Casi todos los días  Tres a cuatro veces por semana  Una a dos veces por semana  Una a dos veces al mes  Nunca o casi nunca  

5. ¿Su ronquido molesta a otras personas?
Sí  No  

6. ¿Con qué frecuencia le han mencionado que haga pausas en la respiración, mientras duerme?
Casi todos los días  Tres a cuatro veces por semana  Una a dos veces por semana  Una a dos veces al mes  Nunca o casi nunca  

7. ¿Se siente cansado al levantarse por la mañana? 
Casi todos los días  Tres a cuatro veces por semana  Una a dos veces por semana  Una a dos veces al mes  Nunca o casi nunca  

8. ¿Se siente cansado durante el día? 
Casi todos los días  Tres a cuatro veces por semana  Una a dos veces por semana  Una a dos veces al mes  Nunca o casi nunca  

9. ¿Alguna vez se ha quedado dormido o cabeceado, mientras manejaba?
Sí  No  

10. ¿Tiene usted presión alta?
Sí  No  


Los cuestionarios presentados brindan información útil acerca de calidad de sueño, somnolencia y riesgo de apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, deben de ser interpretados en un contexto clínico por un médico. Se utilizan en conjunto con una historia clínica y examen físico detallado para lograr un diagnóstico y hacer un seguimiento del paciente.